sábado, 26 de febrero de 2011

El Barranco del Infierno


Hoy hemos estado en El Barranco del Infierno (ruta también llamada La Catedral del Senderismo)
Un PR muy conocido por nosotros (de hecho estuvimos en el mismo hace tres semanas) y que pensamos es un buen entrenamiento para el lejano viaje que nos espera en breve.
En esta ocasión el camino lo hemos recorrido tres, Pablo, José (un colega de mi hijo) y yo.
También hemos estado acompañados en muchos de los tramos por una cantidad de escursionistas bastante numerosa; está claro que el tiempo casi veraniego que está haciendo anima a la gente a lanzarse a la montaña.
Hemos partido, como en la última vez, desde Benimaurell, pasando por Fleix para adentrarnos en el sendero propiamente dicho. Más de 6.500 escalones, rompepiernas, nos esperaban.
Son tres bajadas y tres subidas por las que pasamos por el cauce, ahora seco, del río Ebo, por Les Juvees de d'Enmig y Les Juvees de d'Alt. Siempre rodeados de unos paisajes alucinantes y un entorno, en esta época, que rebosa belleza por todos los costados.
Ha sido duro, de hecho es una de las rutas más hermosas y de las más castigadoras que conozco.
Al final, una pequeña recompensa... un rato de relax en una terraza de Benimaurell, tomando el sol, unos refrescos y un pequeño aperitivo.
Después, al coche y camino de casa.
Un día perfecto de ruta para despedir febrero.

Valoración: 5*****
Recomendable: Siempre

sábado, 19 de febrero de 2011

Montgó; vivos de milagro.


Un sábado más y haciendo ruta.
Pablo y yo hemos tomado la autopista para llegar hasta Dénia, desde allí, por la carretera que se dirige hasta Xábia, por la entrada del campo de tiro, dejar el coche alí y afrontar el sendero que sube hasta la cumbre del Montgó.
En principio todo conforme a los planes establecidos. Un camino empinado, con unas pendientes considerables hasta llegar al punto geodésico, incluso en los últimos metros hacia la cumbre había carteles indicativos de 'senda peligrosa'. Hasta ahí todo conforme a los datos que nos ofrecía el gps.
Además unas vistas, ya tanto desde el inicio del sendero como desde lo alto, a-lu-ci-nan-tes. Ante nuestros ojos, y a pesar de una neblina persistente, se podían divisar todos los pueblos y sierras que rodean este macizo, así como la silueta de Ibiza en el horizonte.
Todo parecía perfecto; sinceramente estábamos entusiasmados con tan bello espectáculo.
El descenso, que ya era lo que quedaba, según los datos del gps se presentaba largo pero moderádamente sencillo.
Ja,ja,ja... O bien el aparatito de los cojones ha perdido el norte, o bien se nos ha ido 'la pinza', o vaya usted a saber qué porras ha pasado... Hemos tomado un descenso equivocado. De pronto nos hemos visto deslizándonos por una pedrera increíble, imposible de remontar, absolutamente peligrosísima, con tramos que rozaban la escalada pura y dura, tortazo contra una roca por mi parte, cansados, empapados en sudor, cagados y cagándonos en todo lo que se menea, pero... bueno, la vida nos ha dado otra oportunidad y, finalmente, hemos encontrado y retomado el camino que nos llevaba de regreso.
Y en el coche, magullados y doloridos, nos hemos 'medio-aseado' y hemos vuelto a casa... y a pesar de haber pasado momentos de auténtico peligro pensamos que es una ruta preciosa y seguro que volveremos a hacerla (claro que, ya llevaremos mucho cuidado de regresar por el lugar adecuado)

Valoración: 4****
Recomendable: Totalmente, a pesar del grave error cometido.