Estoy seguro que mucha gente se preguntará... 'Un segundo viaje a Nepal?... Pero es que no hay otros sitios en el mundo que puedan ser tan bellos como ese?'... Claro que sí, sin duda. Y en mi cabeza están en proyecto algunos de ellos que espero pasen a ser una realidad.
Pero esta tierra tiene algo. Algo que me ha enganchado, y no es ni su inmensa capital, ni sus enigmáticas ciudades, ni sus fabulosos templos, ni su tan distinta cultura, ni sus religiones... No es sólo eso. Es eso y, además,... la felicidad que irradia su gente a pesar de no tener nada, la profundidad de sus miradas, la amabilidad en sus sonrisas, incluso su, al menos aparente, candidez... Y sobre todo, sus paisajes, sus praderas, sus valles, sus ríos, sus aldeas, sus bosques, sus lagos y las montañas... Las imponentes montañas que se alzan magestuosas de entre las nubes para tocar con sus picos el cielo. Cuando estás entre ellas comprendes lo pequeño que es el ser humano, lo insignificantes que somos y, a la vez, lo grande que te hace sentir el saber que estás en el techo del mundo...
Y ahora pregúntame... 'Un segundo viaje a Nepal?' y te contestaré... 'Sí, y un tercero, si Dios quiere'... 'Y quién sabe si habrán más!!!'
